El viento se arremolinaba en los distintos sectores de tierra del enorme patio y el humo dibujaba su propio camino. El sol ayudaba a contrarrestar el soplido del aire y todo pareció quedar en calma cuando llegó el esperado llamado: “¡¡Están los choris!!”. Los que disputaban partidos de vóley o de fútbol pararon la pelota, las charlas entre distintos grupos pusieron pausa y la mayoría enfiló hacia la parrilla donde el profe Ricardo tenía listos los panes para cobijar al noble sándwich criollo. El choripán se hizo protagonista de la jornada y todo el colegio se agrupó para saborear pero, sobre todo, para compartir.
“Todos los años, para el día de la primavera y para la semana de los estudiantes, se hacía algo tranqui, cada turno por separado, y este año en Secretaría se propuso hacer una jo