Lágrimas, emoción, disculpas, humor, una determinada reivindicación de la libertad de expresión y la denuncia del "autoritarismo" creciente en Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump . Todo eso y más ha dejado este martes en su retorno a las pantallas Jimmy Kimmel, el cómico estadounidense cuyo programa había sido suspendido “indefinidamente” la semana pasada por los ejecutivos de Disney tras presiones del gobierno de Trump después de los comentarios del presentador sobre el asesinato del ultraconservador Charlie Kirk.

El huracán de protestas provocado por esa suspensión llevó a Disney a echar marcha atrás el lunes y Kimmel ha regresado con todos los ojos puestos en él. Y ha aprovechado para reivindicar la libertad de expresión, de la que la polémica le ha convertido a

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