Desde la magnetosfera de la Tierra, los iones de oxígeno se trasladan a través del viento terrestre hasta implantarse en materiales que contienen hierro en el regolito lunar, propiciando la oxidación de nuestro único satélite natural. El hallazgo permite comprender en mayor profundidad las interacciones entre la Tierra y la Luna, demostrando cómo el satélite guarda un registro geológico de ambos cuerpos.
Científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Macao, en China, descubrieron que la Luna se está oxidando como consecuencia de las partículas que se trasladan hasta su superficie provenientes desde la Tierra. El estudio , publicado en la revista Geophysical Research Letters, propone que el viento terrestre traslada determinados componentes que convierten los minerales de la L