El aumento de la presencia de calabaza en los mercados y en la mesa durante el otoño responde no solo a una costumbre culinaria, sino también a una estrategia eficaz para mejorar la salud y aprovechar los productos de temporada.
Este alimento, caracterizado por su color naranja intenso y su sabor suave, se ha consolidado como un ingrediente fundamental en numerosas recetas, desde sopas y guisos hasta panes y postres, gracias a su perfil nutricional y su versatilidad en la cocina .
La calabaza destaca por su bajo aporte calórico y su alto contenido de agua, que representa aproximadamente el 90% de su composición. Esta característica la convierte en una opción adecuada para mantener la hidratación incluso cuando las temperaturas descienden.
Además, una sola taza de calabaza cocida