Caminar por la calle con el móvil en la mano o estando en el colectivo, por ejemplo, se convirtieron en imágenes cotidianas, pero este hábito tiene consecuencias que van más allá de la simple distracción.

La psicología ha comenzado a analizar en profundidad cómo esta conducta afecta la atención , incrementa el riesgo de accidentes y puede estar vinculada a patrones adictivos , especialmente entre los más jóvenes.

En ese sentido, anteriormente, una investigación titulada “ El ‘cerebro en línea’: cómo Internet puede estar cambiando nuestra cognición” publicada en World Psychiatry, planteó la interacción continua y frecuente con las redes sociales entrena al cerebro para recibir ráfagas cortas de información , lo que tiene consecuencias en la atención y la concentraci

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