En la pantalla puede verse. A muy pocas cuadras, el auto moviéndose en el mapa. Acercándose hasta nuestra ubicación. Y después de confirmar el nombre del conductor, tras lumínicas operaciones con el celular, ya nos encontramos a bordo. Nada como volver a casa en auto. Ya sea a la salida del teatro o el cine, después de una actividad laboral o de una cena. O incluso –como en este caso–, después de una clase en la universidad. Pero, ¿qué sucede cuando en el auto al que subimos está comenzando una de las mejores canciones de toda la historia? Al subir y cerrar la puerta, como por arte de magia, comienza a escucharse ese inicio inconfundible: el arpegio de la guitarra acústica. Y más de un minuto después, las primeras palabras de la canción: So, so you think you can tell. De repente, todo nu
Volver a casa con música en los oídos

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