El legado de 130 películas que deja Claudia Cardinale da buena cuenta de la gran actriz que fue: un icono del cine mundial que brilló en la época dorada del cine italiano y que trabajó con todos los grandes directores de su tiempo. Su muerte a los 87 años en su casa de Nemours, cerca de París, es el fin de una era: de las grandes actrices italianas de los años sesenta y setenta solo sobrevive Sophia Loren.
Tras ser descubierta en su Túnez natal y de ganar un concurso de belleza en el que fue proclamada la más guapa del país, Cardinale viajó a la Mostra de Venecia en 1957 como premio del certamen. El resto es historia. A los 20 años hizo una aparición fugaz en Rufufú (1958), una comedia de Monicelli en la que probó sobradamente su talento interpretativo, y aquel mismo año vivió uno