Somos testigos del parteaguas que en la historia del crimen significa el hecho de que los neonatos del narcotráfico hacen pedazos la cuna que les heredaron sus padres y queman los códigos de honor que aún en la crueldad del hampa determinaban el respeto a la vida de los inocentes. Que talan desde la raíz el árbol social que les proveía de sombra inclusive hasta en las barbaries.
A la audacia del Alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil para integrar una interesante propuesta cultural que honre a Culiacán al llegar al aniversario 494, cartelera que es como bandera blanca que ondea entre fuego y plomo, le debe corresponder el involucramiento ciudadano en las jornadas cívicas para que la tranquilidad regrese no por la pax narca que decida el crimen organizado y sí por la paz positiva lograda medi