En el último año, la selva tropical sufrió una de las mayores crisis ambientales de las últimas dos décadas. De acuerdo con la plataforma Global Forest Watch del World Resources Institute , el planeta perdió más de 6,7 millones de hectáreas de bosques primarios en 2024, casi el doble de lo registrado en 2023. La magnitud equivale a un territorio del tamaño de Panamá arrasado por las llamas y la deforestación.
El dato más alarmante es que el 71% de toda la superficie destruida se concentró en América Latina , con Brasil, Bolivia, Perú y Colombia como protagonistas de esta emergencia ambiental. La principal causa ya no fue la expansión agrícola, como en años anteriores, sino los incendios forestales , que se propagaron sin control en un año marcado por la sequía, el fenómeno