La biografía de Claudia Cardinale, incluso antes de su filmografía, es el signo de una identidad que traspasa fronteras. La eterna diva del cine italiano, fallecida el pasado martes a las puertas de París, lo es también del francés y nació en Túnez, es decir, en pleno Mediterráneo, atravesado de costa a costa.

Nació el 15 de abril de 1938 en Túnez, hija de un padre siciliano, ingeniero de ferrocarriles, y de una madre, también siciliana, nacida en Libia y emigrada con su familia a La Goulette, el barrio portuario de la capital. En casa se hablaba siciliano, francés y alguna palabra de árabe, pero no italiano. Aun así, la familia nunca renunció al pasaporte, incluso en tiempos difíciles.

En 1956, a la salida de la escuela, la jovencísima Claudia fue descubierta por un director francés, Re

See Full Page