Un año de prisión, inhabilitación especial para cazar o pescar durante 35 meses y al pago de 20.000 euros de indemnización a la Junta de Andalucía, además de las costas procesales. Esa es la condena impuesta por el Juzgado de lo Penal 2 de Badajoz a un vecino de la localidad pacense de Montemolín por un delito contra la fauna tras disparar y abatir a cuatro ejemplares de ibis eremita, una de las aves más amenazadas del mundo, según una sentencia que ha dado a conocer SEO/BirdLife.

Los hechos sucedieron en agosto de 2019 cuando un grupo de cinco ibis eremitas juveniles, nacidos en el marco del Proyecto de Reintroducción del Ibis Eremita de la Junta de Andalucía y el Zoobotánico de Jerez, realizó un vuelo de dispersión desde el único núcleo reproductor de la especie en España, que se encuentra en Vejer de la Frontera (Cádiz) hasta Montemolín, en el sur de la provincia de Badajoz.

La investigación conjunta del Seprona de la Guardia Civil y agentes de Medio Ambiente permitió localizar los cadáveres de las aves, cuatro de ellos con claros signos de haber sido abatidas por disparos de carabina de aire comprimido. El quinto ejemplar del grupo también falleció, sin embargo, no se ha podido determinar que fuera a causa de los disparos, puesto que existen “otras posibles causas”, según la organización ecologista.

El ibis eremita cuenta con una única población silvestre viable en Marruecos, formada por casi 200 parejas y más de 700 ejemplares, y una pequeña población reintroducida en Andalucía. SEO/BirdLife, que ha ejercido la acusación particular en esta causa, explica que la pérdida de estos ejemplares juveniles “supone un grave revés para el proyecto de conservación, que en el momento de los hechos contaba con 21 parejas en libertad en España”.

Según David de la Bodega Zugasti, del área de Gobernanza Ambiental de SEO/BirdLife, “la condena por la muerte de cuatro ibis eremitas, una especie que apenas hace unos años ha salido del peligro crítico, es un paso imprescindible para garantizar el cumplimiento de la legislación ambiental y la protección de la biodiversidad”.

No obstante, no es la única muerte de esta especie en Extremadura , al menos que se haya podido documentar. En noviembre de 2024 murió abatida, también por un disparo, Hel, un ejemplar hembra. En esta ocasión, el suceso tuvo lugar en un coto social de Fregenal de la Sierra (Badajoz), a solo 50 kilómetros de Montemolín.

elDiario.es contó las dificultades del Seprona para localizar al autor del disparo entre los miembros de la sociedad local de cazadores, los detalles del desgraciado final de este ibis eremita y el extraordinario viaje de 2.000 kilómetros que hizo un año antes para llegar a Jerez de la Frontera (Cádiz), junto a otros ejemplares, siguiendo el vuelo de sus criadoras en un parapente.