La jornada inaugural del debate del proyecto de ley de presupuesto 2026 en la Cámara de Diputados dejó en evidencia que las desconfianzas y los recelos entre el oficialismo y la oposición siguen al rojo vivo y que la búsqueda de un consenso -aún con el sector dialoguista- hoy aparece lejana.
Las diferencias no son solo por el contenido del proyecto de presupuesto que presentó el presidente Javier Milei. Oficialistas y opositores no se pusieron siquiera de acuerdo en un cronograma de trabajo. De manera unilateral, el presidente de la Comisión de Presupuesto, José Luis Espert, impuso que las reuniones debían realizarse los miércoles.
La reacción opositora fue automática: reclamó la presencia a la comisión del ministro de Economía, Luis Caputo, y la del presidente del Banco Central, Santiag