Entre Suesca y Sesquilé en Cundinamarca, un lugar donde el frío se pega a los huesos y los gigantes eucaliptos se alinean como soldados, está levantada la imponente hacienda Achury Viejo, de origen colonial que fue adquirida por don Benajmín Rocha en los años 30. Parte de sus tierras las dedicó al ganado bravo y años después de comprada Achury Viejo terminó marcando el ritmo de la fiesta brava en Colombia. Hoy la hacienda carga con otra fama: la de la pirámide ganadera. Y esto por cuenta la estafa que uno de sus herederos Felipe Rocha Medina a 70 de amigos y conocidos provenientes de la elite bogotana. El 40 % de la emblemática hacienda sabanera terminó siendo aprovechada para completar de saldar las deudas por $ 18 millones.
La historia de Achury Viejo no empezó con el escándalo de la pi