La instalación está hecha de bronce e incluye una placa sarcástica que alude a la relación entre el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, y al condenado por delitos sexuales, Jeffrey Epstein.
La pieza fue autorizada por el Servicio de Parques Nacionales hasta el domingo, y generó repudio en el entorno de Trump. Calificaron el acto como un ataque político sin fundamento.