El cielo estaba despejado y no se veían nubes sobre San Diego la mañana del lunes 25 de septiembre de 1978. El reloj marcaba las 9 en punto y los aparatos de la torre de control del aeropuerto Lindbergh Field informaban una visibilidad de 16 kilómetros. Con ese clima perfecto para volar, en el espacio aéreo próximo solo había dos aviones en el aire. Un Boeing 727 que se aproximaba y un Cessna 172 que acababa de levantar vuelo. En el cielo parecían un águila enorme y una pequeña golondrina. Se sabe que las aves no chocan entre sí en el aire, pero que en muy contadas ocasiones los aviones sí, pero nadie pensaba en eso en la torre de control y menos con ese cielo ideal.
El vuelo 182 de Pacific Southwest Airlines (PSA) , procedente de Sacramento, con 135 personas a bordo – 128 pasajeros y