El bejuco, una planta trepadora originaria de México, destaca en la lista de hierbas medicinales por sus múltiples usos curativos. Esta planta, que puede alcanzar hasta seis metros de longitud, se caracteriza por sus tallos largos y leñosos, así como por sus hojas anchas y flores amarillas en forma de trompeta. En Venezuela, se le conoce como bejuco de baba, y su uso se ha popularizado por sus propiedades medicinales.
Los rizomas del bejuco son comestibles y se utilizan tanto en decocción como en polvo. Se ha documentado que masticar la raíz o aplicar las hojas frescas puede ayudar a contrarrestar los efectos de las mordeduras de víbora. Además, se le atribuyen beneficios para aliviar dolores de cabeza, bajar de peso, tratar enfermedades renales, reducir la fiebre y combatir la tos. También se ha estudiado su capacidad para purificar la sangre, aunque esta propiedad no está completamente comprobada.
Entre sus efectos, el bejuco se considera un diurético, ayudando a eliminar toxinas del organismo. También se le reconoce como un afrodisíaco y un potente antiviral y antibacteriano, gracias a su alto contenido de antioxidantes. En el ámbito estético, se sugiere que una infusión de bejuco puede frenar la caída del cabello y combatir el acné y las espinillas. Para ello, se recomienda aplicar la infusión en el rostro o en el cabello y dejar actuar durante unos minutos.
Sin embargo, el uso del bejuco no está exento de precauciones. No se recomienda su consumo a mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ni a personas con alergias, problemas hepáticos o que estén bajo tratamiento con anticoagulantes. Es fundamental consultar a un médico antes de iniciar cualquier tratamiento con plantas medicinales.