
El inicio del otoño ha llegado acompañado de un descenso notable de temperaturas y precipitaciones repartidas en distintas zonas del país. En distintas provincias de la mitad norte los termómetros se situaron por debajo de los 10 ºC durante las madrugadas y, en puntos del interior, las máximas no alcanzaron los 20 ºC. Tras ese cambio brusco, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha confirmado la llegada de un episodio cálido que devolverá valores propios del final del verano. Se trata del conocido veranillo de San Miguel, un periodo de estabilidad atmosférica que suele coincidir con las fechas próximas al 29 de septiembre.
Los pronósticos apuntan a que desde el jueves 25 de septiembre las masas de aire cálido se impondrán sobre la Península, lo que permitirá una recuperación general de los termómetros. El fenómeno será más evidente en el centro y sur, donde se prevén máximas que rondarán o incluso superarán los 30 ºC. En contraste, en las regiones del Cantábrico y áreas de montaña las mínimas seguirán siendo frescas, aunque más suaves que en jornadas anteriores.
La previsión, sin embargo, no contempla un episodio prolongado, ya que a partir del domingo podría producirse una alteración de la estabilidad debido a la influencia de una borrasca vinculada al huracán Gabrielle. Este repunte térmico se interpreta como una tregua frente al ambiente otoñal incipiente, pero no supone un regreso duradero del verano. La AEMET ha subrayado que la duración del veranillo dependerá de la evolución de los sistemas atlánticos y mediterráneos, y que a partir de la próxima semana es probable un retorno a condiciones más propias de la estación.
Qué es el veranillo de San Miguel
El veranillo de San Miguel es un fenómeno atmosférico recurrente que suele presentarse en el entorno del 29 de septiembre, fecha en la que se celebra la festividad del arcángel. No se trata de un evento fijo ni garantizado, ya que depende de configuraciones meteorológicas que favorecen una estabilización temporal del tiempo y un aumento de las temperaturas después de los primeros descensos otoñales. En ocasiones se adelanta o retrasa algunos días, y su duración puede abarcar desde apenas dos jornadas hasta más de una semana.
Popularmente también recibe el nombre de veranillo del membrillo, dado que coincide con la recolección de este fruto en muchos puntos de la geografía española. Además, no existe una regularidad científica que garantice su aparición cada año, aunque la tradición popular lo ha consolidado como una referencia climática en el calendario.
La AEMET destaca que, pese a la asociación cultural con la festividad de San Miguel, en la práctica se trata de un episodio atmosférico ligado a la dinámica estacional de finales de septiembre y principios de octubre. Así, se convierte en un periodo de transición en el que el tiempo otoñal queda interrumpido brevemente por condiciones más propias del final del verano.
Cuándo es y qué tiempo va a hacer
En 2025, el veranillo de San Miguel se ha adelantado algunos días y comenzará el jueves 25 de septiembre. La previsión de la AEMET indica que las temperaturas experimentarán un ascenso acusado en la mayor parte del país. En amplias zonas del centro, sur y valle del Guadalquivir se esperan máximas de entre 30 y 32 ºC, mientras que en el interior oriental y en el sureste peninsular se prevén registros similares. En la Meseta Norte y la cornisa cantábrica los valores también subirán, aunque de forma más moderada, con máximas que se moverán entre 22 y 25 ºC.
Durante la jornada del jueves, los cielos estarán poco nubosos en la mayor parte de la Península, aunque se prevén algunos chubascos aislados en el nordeste de Cataluña y Baleares. El viernes y sábado se mantendrá la estabilidad, con temperaturas que seguirán por encima de los valores normales para la época. El calor será más intenso en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Madrid, con máximas que podrían superar los 32 ºC. En contraste, en áreas montañosas del norte se mantendrán madrugadas frescas con mínimas cercanas a los 10 ºC.
El domingo 28, la aproximación de una borrasca vinculada al huracán Gabrielle podría alterar la situación. Aunque la AEMET no descarta que el ambiente cálido persista en gran parte del territorio, existe la posibilidad de un aumento de la nubosidad y precipitaciones en el norte y el litoral mediterráneo. A partir del lunes 29, coincidiendo con la festividad de San Miguel, el pronóstico apunta a un regreso progresivo de condiciones más otoñales, con un descenso térmico generalizado y mayor inestabilidad.