Las Navidades parecen adelantarse cada año un poco más. A escasos días de que termine septiembre, los supermercados más importantes han comenzado a llenar sus lineales con artículos propios de diciembre. Entre polvorones, panettones y dulces de almendra, se ha colado una novedad que ha hecho que muchos clientes se detengan frente al estante con una mezcla de sorpresa y nostalgia .
No es la primera vez que ocurre, pero cada temporada la situación genera debate: los turrones aparecen en los supermercados cuando los termómetros aún marcan temperaturas propias del final del verano. Para algunos es un gesto práctico que facilita las compras anticipadas; para otros, una invasión prematura del espíritu navideño que les roba parte de la magia.
La primera gran apuesta de este otoño llega de l