Semanas atrás, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) irrumpió en una fábrica de Nueva York y detuvo a 57 extranjeros, paralizando los trabajos en la empresa, situación que se repitió en otras partes de Estados Unidos , como por ejemplo en California. En ese contexto, estas redadas abrieron un debate de hasta dónde puede llegar un gobernador cuando la agencia golpea en fábricas.

La mandataria demócrata de Nueva York, Kathy Hochul, se mostró en contra del operativo y, en conferencia de prensa, sostuvo que su territorio colaborará con la administración Trump para expulsar delincuentes , pero "jamás tolerará que agentes enmascarados separen a familias y abandonen a niños". Su par californiano, Gavin Newsom, apuntó contra el presidente de Estados Unidos

See Full Page