Una de las palabras del verano fue blanqueamiento, el que, por ejemplo, a través de equipos deportivos se puede llegar a hacer de regímenes genocidas como el de Israel . Las manifestaciones contra la participación del equipo israelí en la Vuelta –parece olvidársenos que hace poco hubo 9 atletas israelís en el Mundial de atletismo o que Madrid, Barcelona, Athletic y Atlético están participando en una Champions en la que han disputado las primeras eliminatorias escuadras israelís esta temporada, por ejemplo– dieron para mucho –excepcional, regular y malo– y, lo dicho, la palabra blanqueamiento llegó a nuestros hogares como nunca anteriormente , casi al mismo tiempo que las imágenes de las banderas palestinas o de los corredores de otros equipos siendo detenidos en etapas como la de Bil

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