El avistamiento ocurrió el pasado 13 de septiembre, mientras el equipo de Skydive Langar saltaba sobre los campos de Nottinghamshire, y así, entre risas, gritos de emoción y maniobras en el aire, los paracaidistas se encontraron con un fenómeno natural que pocas veces se logra ver, un círculo perfecto de colores flotando entre las nubes.
“Fue absolutamente hermoso y un placer excepcional. Todos quedamos atónitos cuando lo vimos”, comentó el instructor Jan Zackl, quien no dudó en calificar el momento como un “regalo raro del cielo”.
El grupo, claramente emocionado, giró sus paracaídas para disfrutar de la vista durante el mayor tiempo posible, Laura Hampton, también de Skydive Langar, explicó que aunque a veces logran ver fragmentos de arcoíris desde el avión, nunca tan claros o definidos