El párkinson, que es la segunda enfermedad neurodegenerativa por incidencia en España, es una condición caracterizada en buena medida por la aparición de una serie de problemas llamados síntomas motores que afectan a la capacidad de movimiento de las personas.
Hasta ahora, no contamos con una cura definitiva, pero sí que tenemos algunos tratamientos que pueden mejorar sensiblemente la progresión de la enfermedad. No sólo eso, sino que en los últimos años estamos viendo avances muy importantes en esta dirección, como son las técnicas de estimulación cerebral profunda o DBS.
Recientemente, muchos investigadores han comenzado a dar el salto a la siguiente generación de DBS. El cambio es importante: mientras los sistemas que llevan casi 30 años empleándose aplican estimulación eléctrica fija