Un gesto de amor y valentía ha conmovido al personal médico del Centro Oncológico Cedars-Sinai y a miles de personas que han conocido la historia de Stephen Mondek , un niño de 9 años que decidió donar su médula para intentar salvar la vida de su padre, Nick Mondek , de 48 años , afectado por un tipo agresivo de cáncer de médula ósea .
La enfermedad, que había reaparecido tras un primer tratamiento, obligó a los especialistas a buscar alternativas más complejas. El primer trasplante, realizado con células de su hermano Dave , solo logró contener temporalmente el tumor. Las mutaciones genéticas presentes en el cáncer de Nick complicaban cualquier estrategia terapéutica, elevando el riesgo de recurrencia.
La posibilidad de un segundo trasplante surgió al confirmarse la compa