El nombre de Sancho Galíndez quizá no suene al gran público, pero en el siglo XI fue uno de los personajes más influyentes del reino de Aragón. Noble de confianza de Ramiro I y tutor de su hijo Sancho Ramírez —quien más tarde convertiría a Jaca en capital—, el conde jugó un papel clave en la formación del joven monarca y en el desarrollo urbano de la ciudad. Juan Carlos Moreno, de la Asociación Sancho Ramírez, que encarnará la figura de Sancho Galíndez en las Jornadas Jaca. Reino y Leyenda, explica detalles de esta personalidad.
Galíndez no solo fue educador y hombre cercano a la corte, también se distinguió por su habilidad para los negocios. Ya en 1042 poseía propiedades en el barrio de San Jaime, junto a lo que hoy son las calles Ferrenal y El Coso. En 1063 se instaló definitivam