Por Kenjiro Juarez
México enfrenta una crisis hídrica agravada por el cambio climático y la actividad humana, con sequías extremas y lluvias torrenciales que desencadenan inundaciones devastadoras.
En 2024, el 31% del territorio nacional sufrió sequías de moderadas a excepcionales, afectando 274 municipios y forzando la importación del 50% del maíz consumido, un impacto directo en la seguridad alimentaria. En agosto de 2025, la Ciudad de México enfrentó inundaciones históricas, con precipitaciones que rompieron récords de las últimas tres décadas, colapsando avenidas, el Aeropuerto Internacional y miles de hogares. Estas lluvias, lejos de ser una solución, se desperdician por la impermeabilización del suelo, drenajes obsoletos que mezclan aguas residuales y pluviales, y el hundimiento d