El titular de la DEA, Terrance Cole, ha revelado que 26 miembros de alto perfil del Cártel de Sinaloa han sido acusados en Illinois por tráfico de drogas y lavado de dinero. Estos individuos no solo estaban involucrados en el tráfico de toneladas de fentanilo, metanfetamina y cocaína hacia el Medio Oeste de Estados Unidos, sino que también movían millones de dólares en ganancias ilícitas a través de bancos estadounidenses mediante complejos esquemas de lavado de dinero.

Cole advirtió: “Esto no es una operación callejera. Se trata de una estructura criminal que ha inundado nuestras comunidades con drogas y ha penetrado el sistema financiero con millones en ganancias ilícitas.”

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha confirmado que la Corte del Distrito Sur de Illinois ha presentado cargos contra estos 26 acusados, quienes enfrentan serias acusaciones de narcotráfico y lavado de dinero. La fiscal general Pamela Bondi destacó que esta acusación representa “un duro golpe a la infraestructura de esta organización terrorista”, vinculando al cártel con actos de “narcoterrorismo” contra Estados Unidos.

Steven D. Weinhoeft, fiscal federal del distrito, describió al cártel como “una organización criminal internacional despiadada” y prometió que el gobierno “aplastará sus operaciones utilizando todas las herramientas disponibles para proteger a nuestras comunidades.”

La investigación ha permitido la incautación de más de 360 kilogramos de fentanilo, 80 kilos de metanfetamina y 50 kilos de cocaína. Las autoridades informaron que estos cargamentos formaban parte de un flujo constante de narcóticos enviados desde México hacia Illinois, Missouri y estados vecinos, mientras que los recursos ilícitos se movían a través de bancos, casas de cambio y empresas fachada.

Cole subrayó la gravedad de la situación: “El Sinaloa Cartel no solo introduce drogas; infiltra nuestras instituciones financieras. Seguiremos usando todos los recursos del gobierno de Estados Unidos para destruirlo.”

La lista de los 26 acusados incluye a operadores logísticos y financieros responsables de coordinar los envíos de droga y el manejo de dinero ilícito. Entre los acusados se encuentran Próspero Coronel-Sánchez, José Luis Angulo-Soto, Ángel Alemán Alatorre-Monge, y muchos más.

Esta operación forma parte de la estrategia “Recuperemos América”, lanzada durante la administración de Donald Trump, que designó al Cártel de Sinaloa como Organización Terrorista Extranjera (OTE). Esto permite endurecer sanciones y penas por narcotráfico cuando se vincula con financiamiento al terrorismo.

En la última semana, la DEA y agencias aliadas arrestaron a 15 de los acusados en diferentes ciudades de Estados Unidos, mientras que los demás permanecen prófugos o bajo investigación. El caso está siendo manejado por los fiscales federales Karelia Rajagopal, Laura Reppert y Thomas Leggans, quienes coordinan los procesos judiciales.