Decenas de delegados abandonaron la Asamblea General de la ONU durante el discurso del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una notable acción de protesta. Al inicio de su intervención, la sala se vació rápidamente, con cerca de un centenar de representantes de diferentes países levantándose de sus asientos. No está claro si esta medida fue coordinada previamente, pero la escena fue impactante, dejando a Netanyahu hablando ante una audiencia reducida.

Netanyahu, en su discurso de 40 minutos, criticó a los "líderes débiles" que han reconocido el estado palestino y reafirmó que Israel no permitirá su existencia. Presentó un mapa que mostraba las ofensivas israelíes en Gaza, Líbano, Irán, Siria, Irak y Yemen, y desafió a los presentes con un "examen sorpresa" sobre esos territorios. Durante su intervención, negó las acusaciones de genocidio en Gaza y rechazó la idea de que haya hambruna en la región, a pesar de informes internacionales que contradicen su afirmación.

El primer ministro recordó la matanza de Hamás del 7 de octubre de 2023, señalando que muchos países apoyaron a Israel en ese momento, pero que ese apoyo se ha debilitado con el tiempo. Criticó a los países que han reconocido el Estado de Palestina, mencionando a Francia, Reino Unido, Australia y Canadá, y acusó a estos líderes de "recompensar a los más antisemitas del mundo". Netanyahu enfatizó que Israel no permitirá la creación de un "estado terrorista" y calificó de "locura" la idea de dejar el gobierno en manos de la Autoridad Nacional Palestina, a la que describió como "corrupta hasta la médula".

En un intento por llegar a los gazatíes, la oficina de Netanyahu anunció que su discurso sería transmitido en la Franja de Gaza a través de altavoces instalados en camiones. Sin embargo, se verificó que muchos habitantes de Gaza no recibieron el mensaje. Durante su discurso, Netanyahu hizo un llamado a Hamás, instando a liberar a los 48 rehenes que aún se encuentran en Gaza, advirtiendo que si no lo hacían, Israel los perseguiría.

Mientras tanto, en el exterior de la ONU, se llevó a cabo una protesta pública contra la visita de Netanyahu. A pesar de que Nueva York alberga una de las mayores poblaciones judías fuera de Israel, la guerra en Gaza ha generado divisiones significativas incluso entre comunidades que tradicionalmente apoyaban a Tel Aviv. En el interior de la sala, algunos israelíes y simpatizantes aplaudieron en apoyo a Netanyahu, intentando contrarrestar la imagen de un salón semivacío.