Cuando hace cerca de 15 años comenzaron a llegar al mercado los primeros modelos completamente eléctricos, había diversos factores que ‘echaban para atrás’ al posible comprador. Pero sin duda, uno de los decisivos era lo que tenía que ver con el precio de adquisición.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la aparición de modelos en los segmentos inferiores del mercado (compactos, urbanos e, incluso, microurbanos), el desarrollo de baterías más asequibles, el incremento de los volúmenes de producción y, cómo no, la irrupción de los modelos procedentes de china han conseguido que, paulatinamente, el precio de estos vehículos se haya ido ajustando. ¿El resultado? Que entre eso y que cada vez hay más oferta entre la que elegir, cada vez resulta más sencillo establecer rankings basados en un