Trump, quien preside el grupo de trabajo del Mundial 2026, aseguró que no permitirá que partidos se jueguen en lugares que, a su juicio, representen un riesgo para la seguridad. “Si consideramos que alguna ciudad va a ser mínimamente peligrosa para el Mundial… a reubicaremos un poco”, dijo desde el Despacho Oval. Las declaraciones surgieron tras ser consultado sobre sedes como Seattle, San Francisco y Los Ángeles, todas gobernadas por demócratas y programadas para albergar entre seis y ocho encuentros.

Pese a sus declaraciones, no está claro si Trump tiene facultades legales para intervenir en la distribución de las sedes, una responsabilidad exclusiva de la FIFA. Cualquier intento de cambio podría generar importantes complicaciones logísticas. Aun así, Trump mantiene una relación cercana

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