El consumo de bebidas energéticas entre niños y adolescentes en México ha aumentado en los últimos años, lo que llevó a impulsar iniciativas para prohibir su venta a menores de edad.
Estas bebidas contienen altas concentraciones de cafeína, taurina, guaraná y azúcares añadidos , compuestos que pueden generar efectos adversos en el sistema nervioso y cardiovascular.
La nutrióloga clínica Herminia Mendívil Arteaga explicó que los riesgos son mayores en menores de edad, pues su organismo aún está en desarrollo.
“Son estimulantes directos del sistema nervioso y cardiovascular. Pueden causar palpitaciones, presión arterial elevada y afectar la concentración, sobre todo con consumo frecuente”, detalló.
La mezcla con alcohol, un riesgo mayor
De acuerdo con la especialista