El Real Zaragoza conseguía ayer una victoria clave para el devenir de la temporada tras lograr superar al Mirandés en el estadio de Mendizorroza. Además del triunfo, el conjunto aragonés encontró una nueva fuente de ilusión en su visita a Anduva. El canterano Marcos Cuenca debutó como titular con el primer equipo y dejó una actuación que no pasó desapercibida. Con el dorsal 23 a la espalda, el extremo mostró descaro, personalidad y un nivel de juego que invita al optimismo de cara al futuro.
Desde el inicio, Cuenca se situó en la banda derecha y mostró un gran desparpajo , aportó velocidad y desborde y fue uno de los jugadores que más peligró llevó en la buena primera parte del equipo. Aunque no marcó (pudo hacerlo con un buen remate de cabeza), su aportación fue reconocida