Los empleados federales de diversas agencias en Estados Unidos enfrentan una creciente ansiedad y temor ante la posibilidad de un cierre gubernamental. La fecha límite para que el Congreso apruebe un paquete de gastos se acerca, y muchos trabajadores se sienten "aterrorizados" y "desorientados". La Casa Blanca ha advertido sobre despidos masivos si no se alcanza un acuerdo, lo que ha intensificado la incertidumbre entre los empleados.
Más de una docena de trabajadores de 11 agencias federales han expresado su preocupación. Muchos aún no saben quiénes deberán trabajar durante un posible cierre y quiénes serán suspendidos temporalmente. Un memorando de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca ha instado a las agencias a prepararse para despidos, dependiendo de qué programas se verán afectados por la falta de fondos.
"Me aterra muchísimo volver a pasar por lo mismo", comentó un empleado federal que fue despedido y recontratado este año. Este trabajador, que prefirió permanecer en el anonimato, añadió: "Este tipo de trato es inhumano. Ni siquiera sé cómo prepararme para lo completamente desconocido".
Un alto funcionario de la administración Trump ha culpado a los demócratas por la crisis, afirmando que sus demandas han llevado a un posible cierre. La situación se complica por el estancamiento entre Trump y los demócratas sobre el plan de financiación gubernamental. Los demócratas exigen que cualquier acuerdo incluya subsidios mejorados del Obamacare, lo que ha sido inaceptable para los republicanos.
La incertidumbre también afecta a los empleados del Servicio de Impuestos Internos (IRS), que ya ha visto una reducción del 25% en su personal. Alex Berman, un empleado del IRS, describió un "estado constante de incertidumbre temerosa" y advirtió que el cierre podría usarse como pretexto para más despidos. "Nos preguntamos si nuestras familias tendrán una Navidad este año", dijo Berman.
Lorie McCann, presidenta de la sección de Chicago del sindicato de empleados del IRS, expresó su preocupación de que un cierre afecte los servicios a los contribuyentes, especialmente con la fecha límite de presentación de impuestos acercándose. "Los empleados federales quieren hacer su trabajo, pero es difícil hacerlo cuando se tiene miedo", afirmó McCann.
La situación financiera de los empleados también es crítica. Un controlador aéreo de Michigan mencionó que la preocupación por perder su salario es una distracción significativa en su trabajo. Durante el cierre anterior, tuvo que pedir ayuda a su familia y a su comunidad para sobrevivir. Ahora, con una familia más grande, ha comenzado a recortar gastos para prepararse para un posible cierre.
La crisis actual representa un nuevo desafío para los trabajadores federales, quienes ya han enfrentado despidos y recontrataciones en un año tumultuoso. La incertidumbre sobre el futuro laboral y la estabilidad financiera continúa generando un ambiente de estrés y preocupación entre los empleados del gobierno.