Rodeado de críticos y manifestantes en Naciones Unidas, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo el viernes a sus colegas líderes mundiales que Israel "debe terminar el trabajo" contra Hamás en Gaza, ofreciendo un discurso desafiante a pesar del creciente aislamiento internacional por su negativa a poner fin a la devastadora guerra.
"Los líderes occidentales pueden haber cedido bajo la presión", afirmó. "Y les garantizo una cosa: Israel no lo hará".
El discurso de Netanyahu, dirigido tanto a la audiencia israelí cada vez más dividida como a la global, comenzó luego que docenas de delegados de múltiples naciones abandonaron en masa la sala de la Asamblea General de la ONU el viernes al comenzar su intervención.
En respuesta a las recientes decisiones de algunos países de recono