A qué mujer no le gustaría tener los labios carnosos de Angelina Jolie, los pompis de JLO o la cinturita de Thalia. A todas, en algún momento, nos ha pasado por la mente hacernos un procedimiento cosmético o cirugía plástica.
Es impresionante como anhelamos la perfección de nuestros cuerpos para mirarnos como modelos o celebridades. ¡Ojalá tuviésemos el mismo interés para mejorar el intelecto y nuestro espíritu! Hay quienes jamás gastarían quince dólares en un libro, pero pagan hasta $10,000 por unos glúteos gigantescos.
La realidad es que actualmente visitar al cirujano plástico es tan común como ir al salón de belleza, pero implica serios riesgos físicos, sicológicos y monetarios. Antes de tomar la decisión de ponerte bajo la cuchilla, es esencial que reflexiones con estas tres pregunt