Noruega y Dinamarca están en estado de alerta tras avistamientos de drones no identificados sobre sus instalaciones militares. Estos incidentes han generado preocupación en el contexto de tensiones geopolíticas con Rusia y la OTAN. Ambos países han decidido investigar a fondo estos eventos, que consideran una posible estrategia de presión híbrida.
El 27 de septiembre, Dinamarca confirmó la presencia de drones sobre varias instalaciones militares, incluida la base aérea de Karup. Un portavoz del Departamento de Defensa danés declaró: "El Departamento de Defensa danés puede confirmar que anoche se observaron drones en varias de sus instalaciones. Se desplegaron diversas capacidades". Este suceso llevó al cierre temporal del espacio aéreo para vuelos civiles, aunque no afectó a vuelos comerciales.
El gobierno danés ha calificado estos avistamientos como "ataques híbridos" y sugiere que podrían ser parte de una estrategia para generar tensión interna. El ministro de Relaciones Exteriores de Dinamarca indicó que, hasta el momento, no se ha podido atribuir los vuelos a un estado específico.
En Noruega, la atención se centra en la base aérea de aviones de combate en Orland, donde se han reportado posibles actividades de drones. Un portavoz de las Fuerzas Armadas noruegas confirmó: "Podemos confirmar que hemos recibido informaciones de posible actividad de drones observada en la zona alrededor de la base aérea de aviones de combate en Orland". Sin embargo, los drones fueron vistos fuera del perímetro de la base y no interfirieron con las operaciones.
Las autoridades noruegas han abierto una investigación, aunque advierten que es prematuro para llegar a conclusiones definitivas. La policía danesa también está investigando los avistamientos, que han llevado a varios cierres de aeropuertos en el país.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha señalado que Dinamarca es víctima de "ataques híbridos" y ha identificado a Rusia como una fuente de amenaza. Moscú, por su parte, ha rechazado cualquier implicación, calificando los incidentes como una "provocación". El ministro danés de Justicia, Peter Hummelgaard, ha afirmado que el objetivo de estos vuelos es generar miedo y dividir a la población.
En respuesta a estos incidentes, Dinamarca planea incorporar nuevas capacidades antidrones para mejorar la detección y neutralización de estos aparatos. Además, se ha acordado en una reunión de ministros de Defensa de la Unión Europea priorizar la creación de un "muro antidrones". Copenhague acogerá una cumbre europea para discutir la seguridad, donde Suecia ofrecerá tecnología antidrones para garantizar la protección del evento.