Dormir acompañado de mascotas no es algo nuevo. “La gente lo ha hecho durante miles de años para obtener calor y protegerse de los depredadores”, señaló Jane Sykes, profesora de medicina veterinaria en la Universidad de California-Davis.
En su columna en The Washington Post, la especialista mencionó que existe el término “noche de tres perros”, acuñado por aborígenes australianos para describir una noche tan fría que se necesitaban tres canes para entrar en calor.
Hoy, pese a la calefacción y a las puertas cerradas, alrededor de la mitad de los dueños de animales todavía comparten la cama con ellos. Para la especialista, en la mayoría de los casos esto “es perfectamente normal”.
Sin embargo, advierte que también puede perturbar el descanso, aumentar el riesgo de alergias y facilitar la