No ha habido manera de que el Athletic ganara sin Ernesto Valverde sentado en el banquillo. Cuatro partidos ligueros con el técnico en la grada debido a su expulsión en la visita al Betis y un balance de tres derrotas y un empate. El último episodio, anoche en el Estadio de la Cerámica, donde el conjunto bilbaino volvió a pagar caro su falta de contundencia ofensiva en un encuentro “con un tiempo para cada equipo”, tal como resumió el técnico rojiblanco en su rueda de prensa posterior al choque, en la que lamentó que “nosotros hemos sido mejores en la primera mitad, en la que hemos llegado con claridad y podíamos haber marcado, pero no lo hemos hecho y los partidos cuando juegas fuera de casa pueden cambiar”.
“El Villarreal en la segunda parte ha empezado a jugar con balones