Cortado, con leche, expreso, capuchino. Pablo Ruiz dice que no tiene un modo “favorito” de tomar café porque le gustan todos: “Como me lo inviten, lo acepto”, festeja.
La historia de su familia está enlazada hace 78 años con esta bebida universal que en Argentina convive, en armonía, con el mate. “Mi abuelo Matías fundó nuestra empresa en 1947, en La Carlota. Era un tostadero de café que vendía al público. Poco después se mudó a Villa María, buscando más consumidores, más mercado”, revela el empresario, al ubicar el mojón de inicio de Café Ruiz, la pyme familiar que hoy gestiona junto a su hermana Verónica, rodeados, ambos, de la cuarta generación: sus hijos.
El negocio que arrancó como aquel pequeño tostadero es hoy una empresa con planta de casi 1.900 m2 en el parque industrial de la c