La fiscal general de Colombia, Luz Adriana Camargo, enfrenta una creciente controversia tras 18 meses en el cargo. Su gestión ha sido marcada por escándalos y viajes al exterior, más que por resultados judiciales concretos. Recientemente, se reveló que Camargo intentó influir en el caso de Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, quien está involucrado en presuntos delitos como tráfico de influencias y falsedad en documento público.
La fiscal Lucy Laborde, encargada del caso, expresó su preocupación en una carta, señalando que Camargo envió un fiscal de apoyo para intervenir en la investigación. Esta situación ha generado interrogantes sobre la independencia de la Fiscalía. La fiscal general, ante la presión, decidió retirar al fiscal de apoyo.
Camargo, quien fue nombrada por el presidente Gustavo Petro, enfrenta más de 20 denuncias en la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes. Algunas de estas quejas provienen de sus propios colegas y han sido consideradas serias. Una de las denuncias más preocupantes es la presentada por Santiago Suárez Morales, quien solicitó investigar la conducta de Camargo relacionada con la Resolución 0282 del 4 de julio de 2024. Esta resolución permitió la liberación de varios jefes de las Farc, capturados en flagrancia, lo que ha sido cuestionado por su legalidad.
Además, el Congreso tiene abiertos otros tres expedientes contra Camargo, incluyendo denuncias de la ONG Mipofaamcol y de la senadora Paola Holguín. También se investiga su posible responsabilidad en el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
La fiscal general deberá responder a múltiples acusaciones, incluyendo una por presunta negligencia en la atención a amenazas contra líderes de la derecha. La situación de Camargo se complica aún más con la revelación de chats que sugieren su injerencia en el caso de la exconsejera presidencial Sandra Ortiz, quien está involucrada en un escándalo de corrupción.
La presión sobre Camargo aumenta, y su futuro en el cargo parece incierto mientras continúan las investigaciones y las denuncias en su contra.