Enclavado en el valle del río Agüera , al este de Cantabria y lindando con el País Vasco, el municipio de Guriezo emerge como un tesoro natural, histórico y cultural que, aunque poco conocido, guarda la esencia de lo que significa vivir entre la montaña y el mar. Con una extensión de más de 74 km² y una población que apenas supera los 2.400 habitantes , este valle fértil y comunicado sorprende por su riqueza paisajística, su valioso patrimonio y su papel como nexo entre culturas cántabras y vizcaínas.

Un territorio con historia y linajes nobles

La historia de Guriezo se remonta a tiempos remotos, con vestigios megalíticos que testimonian la presencia humana desde la prehistoria. En sus montañas convivieron pueblos antiguos como los autrigones y cántabros , y se sospecha incluso de la presencia romana por la cercanía con Castro Urdiales, donde existió un importante enclave costero.

Durante la Edad Media, Guriezo formó parte de la Merindad de Vecio y vivió intensamente los conflictos de linajes como los Marroquín , Negrete o Boar , familias nobles que dejaron su huella en el paisaje y el poder local. En época moderna, se integró en el Corregimiento de las Cuatro Villas de la Mar y, como muchos municipios cántabros, en 1822 quedó configurado como el municipio constitucional que conocemos hoy.

El valle del Agüera, corazón del municipio

El río Agüera atraviesa Guriezo de sur a norte, alimentando al paisaje con sus afluentes Remendón, Andino y Rioseco, entre otros. En su recorrido, forma el embalse de El Juncal , una obra hidráulica que no solo abastece de agua a Castro Urdiales, sino que también sirvió como soporte de una central hidroeléctrica . Al acercarse a la costa, este río se convierte en la ría de Oriñón , formando un humedal de gran valor ecológico.

Este entorno fluvial ofrece también un marco ideal para caminatas, observación de aves y actividades en plena naturaleza. Las montañas que rodean el valle —como el pico Betayo , con 748 metros— delimitan el paisaje y ofrecen espectaculares vistas hacia el mar y las sierras interiores.

Un patrimonio artístico y religioso singular

Guriezo guarda un importante legado arquitectónico y religioso. Destaca la Iglesia de San Vicente de la Maza , en Rioseco, declarada bien de interés local , con una monumental portada-retablo del siglo XVII. Le acompaña la Iglesia de Santa Catalina en Trebuesto, con elementos desde el siglo XIII al XVIII. Entre sus ermitas sobresale la de Las Nieves , patrona del municipio, venerada el 5 de agosto.

No faltan tampoco testimonios de la arquitectura civil. La Casa-Torre de Arce , en El Puente, y la Casa Marroquín , junto al río en La Magdalena, son exponentes de la nobleza rural. Junto a ellas, el puente de La Gándara o las antiguas ferrerías como la de La Yseca hablan de una tierra forjada también por el hierro y la industria, que incluso llegó a albergar uno de los primeros altos hornos de la península en el siglo XIX.

Camino de Santiago y rutas históricas

Guriezo forma parte del Camino de Santiago de la Costa , declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015 . El trazado recorre barrios como El Pontarrón, Rioseco, Tresagua o Lugarejos , integrando sendas rurales, caminos vecinales y cruces sobre el río Agüera. Esta vía jacobea atraviesa parajes de gran belleza y espiritualidad, mezclando historia y naturaleza en cada paso.

El municipio está dividido en 24 barrios , entre los que destacan El Puente (capital administrativa), La Magdalena , Rioseco , Trebuesto , Agüera o Pomar . En todos ellos se celebran con devoción numerosas fiestas a lo largo del año: desde San Vicente Mártir (22 de enero) hasta La Merced (24 de septiembre), pasando por el Cristo de El Puente , Las Nieves , San Bartolomé o San Emeterio y Celedonio . Una constelación de celebraciones populares que reflejan la vida comunitaria y la riqueza de sus tradiciones.

Guriezo también cuenta con infraestructura educativa y sanitaria , como el CEIP Nuestra Señora de las Nieves y un consultorio médico en El Puente. Además, mantiene servicios culturales como la Casa de Cultura , albergue de peregrinos y rutas de autobús que lo conectan con Santander, Laredo y Castro Urdiales.

A medio camino entre la tranquilidad de los valles interiores y la actividad turística de la costa oriental cántabra , Guriezo se posiciona como un destino perfecto para quienes buscan naturaleza, historia y autenticidad . Su cercanía con lugares como Oriñón, Liendo o el Valle de Villaverde (en el País Vasco) lo convierte en una encrucijada cultural y geográfica que mira al futuro sin olvidar sus raíces.