La televisión ya no congrega las vertiginosas cifras de espectadores de antaño. Para demostrar su vigor, las cadenas se fijan en la media de cuota de pantalla. Se trata del promedio de gente que está frente a tu sintonía entre toda la que está viendo la televisión. También se farda del 'minuto de oro' de los programas, que suena más rimbombante en prime time. Porque es el pico máximo de visionado de toda la emisión. La mayor congregación de público.

Los de Sálvame, en Ni que fuéramos primero y, ahora, en No somos nadie, se recrean con esa terminología en su programa de Ten. Así han creado un efectista juego que premia quién logra el ‘minuto de oro’, el más visto del programa, y el minuto de plomo, donde la curva de audiencia se desmorona. De esta forma, se ovaciona al vencedor e incluso s

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