Hay productos que, sin hacer mucho ruido, se afianzan en la despensa de miles de hogares hasta convertirse en un pilar del día a día. Es el caso del queso tierno de Hacendado, que ha logrado trascender la categoría de marca blanca para convertirse en un fijo en la cesta de la compra de los clientes de . Su éxito no se basa en una campaña de marketing agresiva, sino en una fórmula sencilla y eficaz: un equilibrio entre calidad, versatilidad y un precio que lo hace accesible para cualquier bolsillo.

Uno de los pilares de su popularidad es, sin duda, su precio tan competitivo . Al mantenerse de forma habitual por debajo de los cuatro euros la pieza, se posiciona como una opción económica y recurrente para el consumo familiar. Esta accesibilidad permite que no sea un capricho ocasional, s

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