Entre cocas recién horneadas, arroces, salazones, dulces, vinos, cítricos y la brisa marina del Mediterráneo, la octava edición del D*na Festival ha bajado hoy el telón tras un fin de semana en el que Dénia se ha confirmado como capital de la cocina mediterránea y referente de creatividad gastronómica a nivel internacional. Cubriendo el aforo máximo del evento, miles de visitantes han recorrido el Paseo de la Marineta Cassiana.
El festival ha dejado imágenes icónicas como la mesa de más de 700 metros de largo frente al Mediterráneo, símbolo del espíritu colectivo que define al D*na. Durante dos días, el público ha podido disfrutar de showcookings, talleres y un mercado de sabores que exhibía lo mejor de la despensa y la restauración de la Marina Alta.
El Escenario del Mar vivió una tarde