Nadie hubiera predicho la última jornada de la Ryder Cup , menos todavía tras la jornada del sábado en la que Estados Unidos se desangró. Europa atacó y llegó a la jornada dominical con 11,5 puntos a 4,5 de ventaja. Es decir, únicamente necesitaban 2,5 puntos en los 12 partidos restantes. Se intuía cómodo, pero no lo fue. Los norteamericanos rozaron una remontada que parecía imposible, aunque se quedaron en la orilla. El Viejo continente se impuso en suelo estadounidense 13 años después y logra su segunda Ryder consecutiva.

El equipo europeo, capitaneado por Luke Donald y con Jon Rahm y Rory McIlroy como estrellas tuvo que sufrir para volver a conquistar la Ryder. No le faltó coraje a Estados Unidos, que se llevó los primeros tres partidos, con Justin Thomas contra Tommy Fleetwood (1 arriba), Cameron Young contra Justin Rose (1 arriba) y con Xander Schauffele ante Jon Rahm (4 y 3).

DeChambeau perdía por cinco en el séptimo hoyo, pero firmó una gran remontada para empatar y dar medio punto a Estados Unidos. El estadounidense logró su último putt en el 18, fundamental para prolongar la contienda. En medio de la tormenta, Aberg ganó por dos y uno a Patick Cantlay, con lo que frenó la inercia de Estados Unidos y dejó a Europa a medio punto del título.

Con Sepp Straka derrotado por JJ Spaun (2 y 1), el irlandés Shane Lowry fue el hombre que entregó el título a Europa. Su putt en el 18 le permitió empatar con Russell Henley y sumar el medio punto que faltaba. Lo hizo en un momento de alta tensión, pues Estados Unidos había ganado dos de los últimos tres partidos y empatado el tercero. De ganar los últimos cuatro encuentros, los estadounidenses obrarían la más grande remontada en la historia del torneo. La próxima edición de la Copa Ryder se disputará en Limerick ( Irlanda ) en 2027.