**Cierre de Gobierno: Un enfrentamiento sin precedentes**
El inminente cierre del Gobierno de Estados Unidos se perfila como una crisis sin precedentes. La fecha límite se acerca este martes por la noche, y el conflicto va más allá de la habitual disputa sobre el gasto federal. En esta ocasión, el enfrentamiento entre el presidente Donald Trump y los demócratas del Congreso se desarrolla en un contexto de intentos agresivos por parte del presidente de consolidar un poder sin restricciones.
Recientemente, Trump ha tomado decisiones controvertidas, como el envío de tropas a Portland, Oregon, bajo la afirmación de que la ciudad es una "zona de guerra". Además, ha desmantelado la independencia del Departamento de Justicia, instando a un fiscal a acusar al exdirector del FBI, James Comey. También se ha intensificado su ataque a la ciencia, cuestionando los calendarios de vacunación infantil y promoviendo afirmaciones infundadas sobre el Tylenol.
A menos que el Congreso logre un acuerdo de financiación temporal, amplios sectores del Gobierno federal se detendrán. Esto podría resultar en la suspensión temporal de miles de trabajadores, mientras que aquellos considerados esenciales trabajarían sin salario. Los cierres gubernamentales han aumentado en frecuencia en los últimos 30 años, pero la situación actual es más compleja debido a la administración de Trump.
Las exigencias de Trump a los demócratas para que apoyen la financiación del Gobierno son parte de su estrategia para consolidar su poder político, justo a 13 meses de las elecciones de mitad de término. Los próximos días serán cruciales para determinar si los demócratas pueden frenar su campaña para silenciar la oposición, utilizando el filibusterismo en el Senado, que requiere 60 votos para aprobar leyes importantes.
El presidente ha amenazado con despedir a miles de burócratas si se produce un cierre, lo que genera ansiedad entre los trabajadores federales. Históricamente, los cierres gubernamentales han sido perjudiciales para los presidentes, ya que pueden costar miles de millones a la economía y provocar frustración entre los votantes. Sin embargo, Trump parece más enfocado en imponer su poder que en las repercusiones políticas a largo plazo.
Este lunes, Trump se reunirá con los líderes demócratas de la Cámara de Representantes y el Senado, Hakeem Jeffries y Chuck Schumer, así como con los líderes republicanos. Sin embargo, se anticipa que la reunión sea más un acto formal que un verdadero intento de negociación. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha expresado su preocupación por las demandas de los demócratas, sugiriendo que podrían llevar al cierre del Gobierno.
El líder de la minoría demócrata del Senado, Schumer, ha declarado que un cierre puede evitarse si Trump está dispuesto a negociar. Sin embargo, la dinámica actual sugiere que los demócratas podrían terminar en una posición aún más débil si se produce un cierre. La complejidad de la situación radica en que ambas partes creen tener el poder de infligir dolor al otro, pero es incierto cómo se desarrollará este escenario bajo la administración de Trump.
Un cierre podría desestabilizar aún más una economía ya frágil, lo que podría enfurecer a los votantes que esperaban que Trump mejorara su situación económica. A pesar de la resiliencia de la economía, un cierre prolongado podría tener consecuencias negativas para la imagen del presidente. Los demócratas, por su parte, enfrentan un dilema, ya que deben decidir si arriesgarse a un cierre que podría perjudicarlos políticamente, mientras sus simpatizantes exigen una respuesta firme ante la situación actual.