**El Comandante H: El Rey del Crimen en Tabasco** Hernán Bermúdez Requena, conocido como el Comandante H o El Abuelo, ha consolidado su control sobre la criminalidad en Tabasco, extendiendo su influencia desde Veracruz hasta Guatemala. Su ascenso se produjo tras la desarticulación de Los Zetas en la región, lo que le permitió establecer una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Documentos clasificados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), revelados por Guacamaya Leaks en 2022, indican que Bermúdez Requena, quien ocupó el cargo de secretario de Seguridad y Protección Ciudadana desde diciembre de 2019, daba instrucciones a líderes criminales sobre actividades delictivas. Esto incluía el cobro de extorsiones, asesinatos y torturas, así como la autorización de ataques a grupos rivales. La situación en Tabasco se tornó crítica tras la muerte y captura de los líderes de Los Zetas durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Sus familiares y colaboradores asumieron el control de diversas actividades ilícitas, como el tráfico de migrantes, el robo de combustible y el narcotráfico. Con la llegada de Adán Augusto López Hernández como gobernador, se implementó un plan de pacificación que buscaba reducir la violencia y las pugnas entre grupos criminales. Bermúdez Requena se reunió con los principales líderes criminales, quienes, bajo la presión del Estado, comenzaron a obedecer sus órdenes. El Comandante H permitió que Benjamín Mollinedo Montiel, alias El Pantera, operara en municipios como Huimanguillo y Cárdenas, facilitando el tráfico de migrantes y drogas. La Sedena ha informado que El Pantera contaba con una red de vigilancia para proteger sus operaciones y cambiaba de número telefónico cada dos semanas para evitar ser detectado. Mollinedo fue detenido el 15 de septiembre de 2021, y su hermano Felipe asumió el control de las actividades delictivas, manteniendo un acuerdo de paz con Lucero Naranjo García, alias La Patrona, exlíder de Los Zetas. La situación en Tabasco sigue siendo compleja, con la criminalidad en aumento y la necesidad de un enfoque efectivo para restaurar la paz en la región.