**Crisis en el Gobierno: ¿Cierre a la Vista?**
Los líderes demócratas y republicanos se reunieron el lunes en la Casa Blanca con el presidente Donald Trump, en un intento por evitar un cierre del gobierno. La situación es crítica, ya que si el Congreso no aprueba la legislación de financiamiento y Trump no la firma antes del martes por la noche, muchas oficinas gubernamentales cerrarán temporalmente. Esto afectará a los empleados federales no exentos, aumentando la presión sobre la economía del país.
Los republicanos han instado a los demócratas a votar a favor de una legislación que mantendría el financiamiento gubernamental en los niveles actuales. Sin embargo, los demócratas se han mantenido firmes en sus posiciones, utilizando su influencia para exigir que se aborde la legislación sobre la extensión de los beneficios de salud. Chuck Schumer, líder demócrata del Senado, comentó: “El encuentro es un primer paso, pero solo un primer paso. Necesitamos una negociación seria.”
Trump, por su parte, ha mostrado poco interés en las demandas demócratas sobre sanidad. A pesar de la reunión, el presidente ha manifestado que está preparado para un cierre del gobierno, afirmando: “Si tiene que cerrar, tendrá que cerrar. Pero son ellos los que están cerrando el gobierno.”
El gobierno de Trump ha advertido que los empleados federales podrían ser despedidos permanentemente si se produce un cierre. John Thune, líder de la mayoría del Senado, subrayó que un cierre sería “caótico, dañino y doloroso”, apoyando la idea de que no debería ocurrir.
Los demócratas argumentan que la disposición de Trump para reunirse indica que siente la presión para negociar. Sin embargo, para mantener su influencia, es probable que los demócratas del Senado voten en contra de un proyecto de ley que extendería temporalmente el financiamiento gubernamental, lo que podría resultar incómodo para ellos, dado que han criticado los cierres como destructivos.
El proyecto de ley ya ha sido aprobado por la Cámara de Representantes y financiaría al gobierno por siete semanas más mientras se trabaja en el presupuesto anual. Para que la legislación avance, se necesita el apoyo de al menos 60 senadores, lo que implica que al menos ocho demócratas tendrían que votar a favor, ya que se espera que el senador Rand Paul vote en contra.
En el pasado, Schumer y otros demócratas enfrentaron críticas por su apoyo a proyectos de ley de financiamiento liderados por republicanos. Esta vez, Schumer parece decidido a no ceder. “Estamos escuchando del pueblo estadounidense que necesitan ayuda en la atención de salud y en cuanto a estos despidos masivos”, afirmó.
Los demócratas están pidiendo la extensión de los créditos fiscales de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, que han beneficiado a millones desde la pandemia. Aunque algunos republicanos están abiertos a extender estos créditos, desean implementar reformas para abordar el “desperdicio, fraude y abuso”. Thune instó a los demócratas a votar por el proyecto de ley de financiamiento y discutir los créditos fiscales más adelante.
La efectividad de la reunión en la Casa Blanca para resolver la crisis sigue siendo incierta. Históricamente, las negociaciones entre Trump y los líderes demócratas han sido difíciles. La última interacción significativa terminó con Trump descalificando las demandas demócratas como “no serias y ridículas”. Schumer, sin embargo, considera que la reprogramación de la reunión muestra que la Casa Blanca siente la presión de actuar.