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POR: CESAR CARO JIMÉNEZ
Si bien es cierto que la economía china tiene una serie de debilidades que representan un peligro para su evolución económica, como el incremento del desempleo y el subempleo, la contaminación ambiental, la desigualdad territorial, el envejecimiento poblacional y la fragilidad de su sector financiero por el monto de créditos vencidos y no recuperados que poseen los bancos, también es verdad que sus fortalezas —producto de una balanza de pagos favorable, reservas sustanciales, una economía centralizada y un férreo control político por parte del Partido Comunista Chino— permiten prever que en los próximos 100 años su crecimiento continuará, aunque con menores tasas anuales.
En un reciente discurso, un alto dirigente chino descartó un cambio al est