WASHINGTON – Los cierres del gobierno estadounidense se han vuelto tan comunes en las últimas décadas que cada agencia federal tiene un libro de jugadas sobre cómo llevarlos a cabo.

Pero la administración Trump está reescribiendo rápidamente esos planes antes de que finalice el año fiscal el martes, lo que hace que un posible cierre sea aún más impredecible -y potencialmente perturbador- que cualquier otro que se recuerde.

Los cierres del Gobierno tienen todos la misma causa: el Congreso no aprueba nuevos gastos cuando expiran los proyectos de ley de gastos anteriores. Pero su impacto puede variar en función del momento, la duración y las peculiaridades del proceso presupuestario que pueden hacer que el dinero esté disponible para algunas agencias pero no para otras.

Un cierre esta sema

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