La llegada del otoño a España ha traído consigo una serie de borrascas y tormentas que están afectando a buena parte de la Península, con fuertes lluvias que recuerdan a la devastadora DANA del 29 de octubre de 2024, que arrasó pueblos enteros y dejó cientos de víctimas. Estas precipitaciones intensas representan un peligro importante por sí mismas, pero también pueden generar situaciones aún más peligrosas para los conductores: las riadas. En cuestión de minutos, estas enormes cantidades de agua pueden anegar carreteras y atrapar a los usuarios en medio de la vía.

La Dirección General de Tráfico (DGT) alerta de que las inundaciones son uno de los mayores peligros en carretera, no solo por los daños materiales a los vehículos, sino también por la amenaza directa a la vida de conductores y

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